No te atrevas, nunca más, a proclamar la herejía de negar tu belleza, no vuelvas a desafiar la verdad que develan mis ojos cuando descubren su sentido en ti.
jueves, 17 de abril de 2008
Despropósito
Tu cabello es del color con que arde la pasión dentro de tu pecho, tu piel es suave y frágil como la porcelana, tus ojos tienen el color de un mar fértil y eterno, tu nariz es tan pequeña que parece tenerle miedo de robarle el aire al mundo, tus labios son amables y rojos como las flores del jardín que cultivabas de niña, la geografía de tus senos me convierte en aventurero feliz, tus manos acarician el mundo y convierten tus miradas en arte, el calor de tu vientre es sincero, la sinuosa cadencia de tus caderas es el alimento de la sed impaciente de mis deseos y esperanzas, tu espalda es el lienzo en que dibujan mis caricias y mis besos.
No te atrevas, nunca más, a proclamar la herejía de negar tu belleza, no vuelvas a desafiar la verdad que develan mis ojos cuando descubren su sentido en ti.
No te atrevas, nunca más, a proclamar la herejía de negar tu belleza, no vuelvas a desafiar la verdad que develan mis ojos cuando descubren su sentido en ti.
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