lunes, 22 de junio de 2009

Loquitos mansos en vivo por primera vez

Por fin pude presentar en vivo proyecto personal, Loquitos mansos. La oportunidad la tuve en la Fête de la Musique 2009, evento organizado por la Alianza Francesa de Miraflores el pasado sábado 20 de junio. Esta vez conté con la colaboración especial de Rikardo Bogani en la guitarra y Carlos Segura en el bajo.

Para muestra, un botón: "Otro día siendo extraños", el primer tema que compusiera para este proyecto. Pueden encontrar más información en mi MySpace.


martes, 26 de mayo de 2009

El miedo de un hombre

¿Cuál es el miedo que existe en el corazón de un hombre? Un padre amoroso deja, por primera vez, correr libre por el parque a su hijo de 2 años y 3 meses. Es su más grande adoración, a la vez que su logro y su proyecto más importante. Y ni mencionar que hasta sus suegros decían que se parecía al papá.

Y, de pronto, el niño tropieza y cae. A su escasa edad, le es imposible coordinar el movimiento de sus brazos para detener su inevitable encuentro con el suelo.

El padre, pobre de él, se había descuidado un segundo, al cerrar los ojos para disfrutar de ese maravilloso domingo de primavera. Cuando volvió a mirar a su hijo, ya era muy tarde para evitar la caída: su adorado niño estaba demasiado lejos de él y se iba inevitablemente de bruces contra el suelo.

La calidez de esa tarde desapareció de pronto para ese hombre y, durante el medio segundo que duró la caída de su hijo, fue inundado por un miedo irracionalmente profundo.

Se vio llorando la desgracia de su descuido, mientras sujetaba a su hijo ensangrentado y sin vida. Se imaginó luego regresando a casa para explicarle entre lágrimas a su mujer por qué tenía su camisa manchada de sangre. Pudo verse en el funeral, mientras la gente murmuraba a su alrededor lo mal padre que era. Contempló el rostro prematuramente envejecido de su mujer, mientras le gritaba y lo culpaba, por enésima vez, de la muerte de su hijo -de ella-, "como si a mí no me doliera", pudo casi escuchar decirse en su mente. Se encontró en la habitación de la notaría donde firmaba los papeles de divorcio. Pudo ver a su jefe despidiéndolo por haberse dejado al abandono, lo que ocasionó que la compañía perdiera 300 mil dólares en clientes decepcionados. Finalmente, sintió y sufrió cada uno de los golpes que recibía de una pandilla de vagos que lo pateaban mientras yacía ebrio bajo el puente que se había convertido en su casa.

Durante el eterno medio segundo segundo que duró su miedo, la vida entera de ese hombre no sólo había terminado, sino que había sido completamente destruida.

Pero su hijo se levantó y siguió corriendo mientras perseguía al escarabajo rojo y negro que lo había distraído y lo había hecho caer. Y, así, aquel miedo se desvaneció poco a poco, quizás más lentamente de lo que había llegado, pero finalmente dejó de oprimir el pecho de aquel hombre, mientras era inundado nuevamente por el amor hacia aquel pequeño que empezaba a descubrir el mundo.

El hombre sonrió entonces, y, hasta el día en que murió, 73 años después, dejó que su hijo tropezase y cayese muchas más veces de las que podía recordar.

Y expiró siendo feliz por haber dejado que así fuera, sujetado de la mano por su hijo.

Sol

No te vayas, Sol, no te vayas,
porque tus rayos bermejos acarician mi piel de ciudad,
no dejes de entregarme el cielo a tu alrededor,
ni la intensidad que refractas en mi mirada,
ni el suave regalo de tu mensaje de vida,
porque mi ser necesita todo lo que me das para poder vivir.

No creas en el silencio
que se teje en la noche,
no sientas que la luna y las estrellas brillan más que tú
porque es imposible...

... Sólo tú, mi Sol, puedes hacerme despertar.

jueves, 5 de marzo de 2009

Perla perdida

Cuando "Rambo" llegó al hospital, lo único que pudieron hacer por él los médicos fue confirmar su deceso. Se encontraba todavía en la primera mitad de sus cuarentas y le sobrevivían su esposa, María, de 42 años, y su hija, Karol, de 19. Reducido a balazos por seis delincuentes mientras trabajaba como agente de seguridad de un camión repartidor de abarrotes, la muerte que lo sorprendía ese martes de verano en Sullana era sólo una muestra más de la dramática situación en que se encuentra sumida esa ciudad norteña desde hace ya varios años.

Toda una "perlita"
A Sullana solían llamarla la "Perla del Chira", debido a su belleza tranquila bañada por el río del que toma su apelativo, sus huertas interminables de mangos y limones, su comida imperdible.

Los sullanenses más ancianos recuerdan cómo, antaño, las puertas de sus casas permanecían abiertas por las noches para que el aire circule y poder así escapar del calor inclemente del norte del Perú, sin miedo a ser víctima de algún robo, mucho menos de algo peor.

Hoy, según las palabras de sus propias habitantes, Sullana es la segunda ciudad más peligrosa del Perú.

- Ahora te matan hasta por robarte diez soles-, me explica Jorge, profesor y padre preocupado por el futuro que les espera a sus cuatro hijos en esta ciudad. -Mi esposa me ha pedido que nos mudemos a Piura, pero todavía no me decido-, me confiesa, ansioso por otorgarle lo mejor a sus seres queridos, pero sin saber cómo conseguirlo exactamente.

A Jorge le han tratado de robar su moto tres veces en el último año, según me cuenta.

- Lo que hacen es interceptarte mientras manejas. Te rodean con motos lineales o "mototaxis" y te cierran el paso para que te detengas. A veces también tratan de botarte de la moto en movimiento. Si te resistes te "meten cohete"*.

Delincuencia sobre ruedas
La arrolladora presencia de "mototaxis" en las ciudades peruanas más calurosas debe ser su común denominador. Sullana no es la excepción, sobre todo porque el 40% de los jefes de familia en esta ciudad no tienen un empleo estable y buscan sustentar su hogar a través de este medio.

Los "mototaxis" son una forma barata y rápida de moverse en Sullana: ir de un punto cualquiera a otro dentro de la ciudad no suele costar más que la tarifa fija de 2 soles.

Sin embargo, desde hace algunos años los delincuentes también utilizan este medio de transporte para realizar secuestros al paso. Mientras un "mototaxi" se desplaza con un pasajero en su interior, los cómplices del chofer se colocan a ambos lados del vehículo en sendas "mototaxis" y saltan hacia aquel en que se encuentra la víctima, propinándole golpes para reducirla y robarle hasta la oportunidad de protestar. No es una sorpresa que varias veces los asaltados también hayan resultado muertos.

- Uno ya ni sabe si llegará vivo a su destino-, me dice Nancy, una mujer que regresa a Sullana para visitar a su familia.

"Rambo" en "La Selva"
Llegué a Sullana porque "Rambo" era mi tío. Entré al velorio, cansado aún por un viaje por carretera dilatado y caluroso, y aún incrédulo de que aquel hombre de metro noventa, al que tanto le gustaba vivir, pudiera ahora yacer en ese cajón, rodeado de flores y llantos.

Luis -que ese era su nombre de pila- era policía y desde hacía un par de años se dedicaba a brindar servicios particulares de seguridad.

Como buen norteño, gustaba de la cerveza, un recurso cuyo consumo ya hasta parece enclavado en el código genético de todos aquellos que tienen que vivir día a día con temperaturas máximas de hasta 40 grados Celsius. Amaba a su esposa, mujer de gran habilidad para las manualidades, y a su hija, quien recién daba sus primeros pasos en la Universidad.

Ese martes, "Rambo" se vistió con unas bermudas, un polo y sandalias; verificó que su arma estuviese cargada, y finalmente se colocó el chaleco antibalas. Aquel día tenía que escoltar a un camión de abarrotes hacia una zona conocida como "La Selva", quizás el barrio más peligroso de Sullana: si un vehículo se detenía más de 10 minutos en ese lugar, podía darse casi por sentado que sería víctima de un atraco.

Alrededor de las 11:20 a.m., el camión llegó a la tienda en "La Selva" donde tenía que dejar sus productos. Luego de quince minutos, continuaban en el mismo lugar, habiéndose enfrascado en una discusión el distribuidor y la dueña de la tienda. "Rambo" estaba preocupado con justa razón, pero no podía imaginar que lo que estaba por pasar acabaría con su vida.

Prácticamente de la nada, aparecieron seis sujetos montados en tres motos lineales "Vespa", vehículos de moda en Sullana, incluso entre los delincuentes. Los primeros disparos vinieron sin avisar.

Sorprendido por el ataque masivo contra su persona, "Rambo" no atinó sino a sorprenderse por seguir vivo tras la primera oleada de disparos, gracias al chaleco antibalas que traía puesto. Sin embargo, los delicuentes reaccionaron más rápido y le dieron en ambas piernas, por lo que cayó en la vereda y se arrastró, tratando a la vez de escapar de la línea de fuego y de desenfundar su arma.

Los delincuentes, sin embargo, eran más y su empecinamiento contra "Rambo" era tal que parecían tener algo personal en su contra. Se acercaron a él y lo balearon incesantemente en el pecho, pero nuevamente no conseguían atravesar el chaleco antibalas, hasta que uno de ellos le disparó por el costado izquierdo, justo bajo el brazo.

La bala atravesó el corazón de "Rambo" por la mitad y no se detuvo hasta alojarse en su hígado; eran las 11:40 a.m., agonizaba y no llegaría vivo al hospital.

Pulgas en la Corte
Uno de los delincuentes que fueron sindicados como autor de la muerte de "Rambo" era el "Pulga", un hombre pequeño y flacucho como bien hacía alusión su alias, pero que tenía varias muertes en su haber. Hacía poco había sido atrapado por la Policía, pero pocos días antes había salido en libertad debido a "falta de pruebas".

Nada más lejos de la verdad, según los mismos sullanenses. El chofer que me llevó hasta Piura para tomar mi bus de regreso a Lima -y cuyo nombre nunca llegué a saber-, me contaba que la corrupción en el Poder Judicial de Sullana era un secreto a voces.

- El "Pulga" salió porque sus familiares le pagaron 10 mil Soles al vocal. Lo que hacen es pedir "colaboraciones voluntarias" a los vecinos de los delincuentes y si no ayudas te amenazan con tomar represalias en tu contra cuando el delincuente salga libre.

Esta versión fue corroborada por varias personas más.

- La Policía cumple con su trabajo. Captura a los delincuentes y se los entrega al Poder Judicial con su respectivo atestado policial. Pero es ahí donde los sueltan porque todos son una sarta de corruptos -menciona otro hombre, con el que también converso en el entierro de "Rambo".

El "Pulga", junto a otros hampones como "Piurano", "Lucho Limeño" y "Gordo Óscar", fueron identificados como algunos de los autores de la balacera que acabó con la vida de "Rambo". El último de estos delincuentes ya ha sido capturado por la Policía, pero...

... lo que me queda por decir aquí está sobreentendido.



* Te disparan.

jueves, 1 de enero de 2009

Sebastian's Voodo

Alucinante.